Resumen de Sredni Vashtar
Sredni Vashtar es un cuento escrito por el británico Saki (Hector Hugh Munro) entre 1900 y 1911, publicada inicialmente en su libro The Chronicles of Clovis.
En éste cuento se nos describe como el protagonista a Conradín, un chiquillo de diez años, diagnosticado por un médico poco confiable, con algún tipo de enfermedad terminal que no le dejaría vivir ni cinco años más. Para desgracia de Conradín, su tutora y prima; la señora De Ropp, vivía de contradecir sus deseos y prohibirle diversas cosas con el supuesto afán de velar por su bien, cosa que a la señora De Ropp no le resultaba particularmente difícil.
Naturalmente, como a cualquier niño que se le reprima de esa forma, Conradín termina por desarrollar un sincero odio hacia ella, que disimuladamente, se complace en causarle disgustos y desobedecer a las órdenes de la Mujer, como él la llamaba.
Conradín procura permanecer todo lo que puede en su mundo imaginario, donde no existe su parienta “por ser un objeto sucio, inadecuado”. Y es en una casilla de herramientas abandonada del jardín de su casa, donde Conradín se dedica a pasar el día, en compañía de una gallina del Houdán y, escondido en la penunmbra de un cajón con paja asegurado bajo llave, un gran hurón de los pantanos; animal que Conradín adoraba como si de un dios se tratase, y es que Sredni Vashtar, como Conradín lo bautizó, llegó a representar verdaderamente toda una figura divina para el niño. Conradín hizo toda una religión teniendo al animal como dios, oficiaba ritos para el hurón y tenía un altar donde le dejaba ofrendas en forma de flores rojas y moras.
Como era de esperarse, la Mujer notó todo el tiempo que gastaba dentro de la casilla, termina por reprenderlo y vende la gallina que se encontraba en la casilla, pensando que es la razón por la cual el niño pasa tanto tiempo ahí. Este hecho impulsa a Conradín para dirigirse en una oración especial a Sredni Vashtar, día tras día, y es así que la Mujer decide hacer una inspección más a fondo de la casilla, específicamente en el cajón donde yace el dios de Conradín, pensando en su inminente derrota ante la Mujer, Conradín en una desesperada plegaria dirigida a su dios, comienza a entonar en voz alta su himno:
La señora De Ropp entra a la casilla para no volver a salir, por cuenta propia al menos. Pero lo que sí puede leerse es la triunfante salida del animal, Sredni Vashtar. Y el cuento finaliza con Conradín preparando una tostada en medio de todo el barullo que se arma por la implícita muerte de la señora De Ropp.
Es un cuento breve, pero interesante, te muestra un mundo triste y gris, y en medio de él a éste niño diagnosticado con una inminente muerte, de la cual parece no preocuparse, pues lo que le ocupa realmente es el hecho de seguir sintiéndose como un vivo y no como una persona enferma. El autor no lo dice como tal, pero pienso que es una forma de oponerse a la muerte de la libertad y el sentido de la imaginación. Conradín es solo un niño de diez años, pero con la capacidad de crear todo un mundo imaginario que lo refugie del mundo exterior y olvidar de alguna forma su realidad.
Mejor aún cuando en el final se muestra totalmente indiferente, y hasta eufórico, por la derrota de la Mujer que lo tenía preso de la monotonía y limitado en todo sentido.
Es un cuento que se lee rápido y vale la pena disfrutar.
En éste cuento se nos describe como el protagonista a Conradín, un chiquillo de diez años, diagnosticado por un médico poco confiable, con algún tipo de enfermedad terminal que no le dejaría vivir ni cinco años más. Para desgracia de Conradín, su tutora y prima; la señora De Ropp, vivía de contradecir sus deseos y prohibirle diversas cosas con el supuesto afán de velar por su bien, cosa que a la señora De Ropp no le resultaba particularmente difícil.
Naturalmente, como a cualquier niño que se le reprima de esa forma, Conradín termina por desarrollar un sincero odio hacia ella, que disimuladamente, se complace en causarle disgustos y desobedecer a las órdenes de la Mujer, como él la llamaba.
Conradín procura permanecer todo lo que puede en su mundo imaginario, donde no existe su parienta “por ser un objeto sucio, inadecuado”. Y es en una casilla de herramientas abandonada del jardín de su casa, donde Conradín se dedica a pasar el día, en compañía de una gallina del Houdán y, escondido en la penunmbra de un cajón con paja asegurado bajo llave, un gran hurón de los pantanos; animal que Conradín adoraba como si de un dios se tratase, y es que Sredni Vashtar, como Conradín lo bautizó, llegó a representar verdaderamente toda una figura divina para el niño. Conradín hizo toda una religión teniendo al animal como dios, oficiaba ritos para el hurón y tenía un altar donde le dejaba ofrendas en forma de flores rojas y moras.
Como era de esperarse, la Mujer notó todo el tiempo que gastaba dentro de la casilla, termina por reprenderlo y vende la gallina que se encontraba en la casilla, pensando que es la razón por la cual el niño pasa tanto tiempo ahí. Este hecho impulsa a Conradín para dirigirse en una oración especial a Sredni Vashtar, día tras día, y es así que la Mujer decide hacer una inspección más a fondo de la casilla, específicamente en el cajón donde yace el dios de Conradín, pensando en su inminente derrota ante la Mujer, Conradín en una desesperada plegaria dirigida a su dios, comienza a entonar en voz alta su himno:
"Sredni Vashtar avanzó:
Sus pensamientos eran pensamientos rojos y sus dientes eran blancos.
Sus enemigos pidieron paz, pero él le trajo muerte.
Sredni Vashtar el hermoso."
Es un cuento breve, pero interesante, te muestra un mundo triste y gris, y en medio de él a éste niño diagnosticado con una inminente muerte, de la cual parece no preocuparse, pues lo que le ocupa realmente es el hecho de seguir sintiéndose como un vivo y no como una persona enferma. El autor no lo dice como tal, pero pienso que es una forma de oponerse a la muerte de la libertad y el sentido de la imaginación. Conradín es solo un niño de diez años, pero con la capacidad de crear todo un mundo imaginario que lo refugie del mundo exterior y olvidar de alguna forma su realidad.
Mejor aún cuando en el final se muestra totalmente indiferente, y hasta eufórico, por la derrota de la Mujer que lo tenía preso de la monotonía y limitado en todo sentido.
Es un cuento que se lee rápido y vale la pena disfrutar.
Los fragmentos del cuento fueron tomados de: https://bit.ly/2wtnqUE
Las imágenes adjuntas fueron tomadas de:
https://bit.ly/2wrG7YT
https://bit.ly/2MXuMdD
https://bit.ly/2LqqpCZ
Lo leeré pronto.
ResponderBorrarmucho texto
ResponderBorrarNo estás obligado a leerlo.
BorrarJAJJASJ
BorrarDe que te reís ?
Borrar¿Que importancia tiene este vinculo para el desarrollo de los acontecimientos?
ResponderBorrar#AYUDAAAA
Busco lo mismo :(
BorrarVinieron todos los de un mismo salón, jajaja. ¿Pero a qué vínculo se refieren exactamente?
BorrarNECESITO ESA RESPUESTAAA
BorrarClaro que no
ResponderBorrarHOLA ME PUEDEN AYUDAR ¿QUE IMPORTANCIA TIENE ESTE VINCULO PARA EL DESARROLLO DE LOS ACONTECIMIENTO?
ResponderBorrarHola necesito un texto con la apreciación de la vida de Conradín y su tutora
ResponderBorrarAlguien sabe que vacios hay en el cuento leodo
ResponderBorrarQue une a conradin y a su dios que tienen en comun?
ResponderBorrarQue une a conradin y a su dios que tienen en comun?
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